Gracias a la experiencia que me ha brindado trabajar con las personas en consulta, pude descubrir que el estado del sistema inmunológico estaba al origen de cualquier problema de salud afectando también al comportamiento y las emociones. Desde entonces me he especializado en la nutrición para la salud del sistema digestivo e inmune para tratar alergias, diabetes, obesidad, ansiedad y otras patologías crónicas.
Nuestra alimentación, nuestros hábitos, tienen un efecto directo e indirecto en nuestro sistema inmunológico que reacciona en nuestro organismo para defendernos cuando se siente amenazado. Las “amenazas” pueden ser muy variadas, desde un alimento, una emoción (estrés por ejemplo), un medicamento…. Cada día ponemos a prueba nuestro sistema inmunológico con diversas amenazas, que desencadenan en cambios hormonales y del sistema nervioso afectando a nuestro metabolismo. Se trata de una amalgama donde todo afecta a todo.